Viajo por la ausencia, y voy encontrando los te quiero que no fueron dichos, las caricias que no fueron dadas. Ahora se vislumbra su lejanía y la siento tan ausente, tan fuera de mi vista.
Cargo con esta sensación de odio, me odio por haberle ofrecido tan poco, por lastimarla y no saberla querer. No logro alejarla de mi pecho, su recuerdo siempre está presente e inmóvil, pero su cuerpo sigue distante.