Poema de adolescencia
Los astros tiemblan al cruzar tu s… y yo, en la entraña del temblor, suspiro en la música del aire. Enséñame el idioma de la brasa, la voz que abre los cielos.
—Estoy aquí desde el Principio. Soy el origen y la luz. Soy el centro y la causa infinita. Soy la razón de ser de la ecuación…
Todo lo puedo. El regresar me ha dotado de fuerza… El hogar paterno me dio el sentirm… y moraré tranquilo, enamorado eter… Cual cervatillo herido que vaga po…
Yo lo sé y aquí todos lo sabemos. Quizá otros lo han sabido y sentido y dolido El tiempo ha sido—en todo tiempo—
He caído en la hondura donde todo… No hay arriba ni abajo, solo ardor que consume las formas, que no deja muros en pie. Todo lo que fui se recoge en un gr…
Contra el salitre de este mar neru… o frente al galpón repleto de luce… evadíamos el tedio —su sable— tú con tu sueño largo encallado en…
41 En este mundo traedor nada es barato ni caro, todo es según el grosor del bolso con que has comprado
[La jaula]: Un rinoceronte atisba. Y una loba, moviendo los pezones p… engancha un ojo. De lejos viene, agrandándose,
Contamos las historias, las edades… porque desembocamos en la luz, porque al compás de desiguales año… quisimos ser caballos de más brío. «Ser... o no ser...»: dilema de ex…
Por amor, el conde niño es niño y pasó la mar. ¡Tintura, tela, papel: el niño pasó la mar! Va a dar agua a su caballo,
Otro intento, otro más, ya conclui… el primero. Después surge la idea al intento tercero. Cuando crea se abstrae y abstrae sus sentidos. Modelando el poema, se mantiene
La Divinidad nos constituye y nos excede. Somos divinidad por defecto y en defecto. Somos, sí; pero somos meros fragmentos de la divinidad expandida; por tanto, por razón e intuición...
—Si das un paso más avanzarán las horas, y andando hacia adelante, ciertamente regresas. Si das un paso atrás
Grande es el misterio que impele a los hombres a tentar los hados con el acto denodado de la creación artística, y a pretender ese acto trascendente y significativo. Tiempo, esfuerz...
Asa que asa la calabaza... hasta que llegues, niño mandón. Atiza la niña