A Aída Bonelly
El tiempo niño
Por amor, el conde niño es niño y pasó la mar. ¡Tintura, tela, papel: el niño pasó la mar! Va a dar agua a su caballo,
Si has visto a la muchacha que dan… —dígome— debes saber su pasión en las mañan… explosión desmedida,
El gaucho con su caballo conversaba entre las breñas: —¿Que no te acuerdas, acaso, del nombre de la mozuela que dejé afligida en Tula
41 En este mundo traedor nada es barato ni caro, todo es según el grosor del bolso con que has comprado
La Divinidad nos constituye y nos excede. Somos divinidad por defecto y en defecto. Somos, sí; pero somos meros fragmentos de la divinidad expandida; por tanto, por razón e intuición...
[Esta fabulilla cómica la escuché a temprana edad: ni avalo sus argumentos ni sé si tendrá verdad. Refiero esta breve fábula
—El reloj gobierna las cosas, este… El reloj detiene la puerta, los de… El reloj entierra lo que su esfera choca. ¡Helo! Cuatro cuadrantes...
Quería soñar, amor, que en mis brazos te tenía. Cerré los ojos y vi de blanco entera vestida a una dama blanca y bella...
La salve salta a los aires... y yo me anudo a tu cuerpo. Una loca boca sopla las redondeces de un cuerno. ¡Ah, negra! Pobre y desnuda,
Tanto como las palabras o las emociones –o el impetuoso incendio del espíritu–, la paciencia es ente primordial en la creación trascendente: la que queda en vigencia permanente y ven...
«No es lo mismo —decía el maestro, a ton de chanza o sentencia, presente la mínima ocasión– sin César
Veo sus manos desprendidas, solas, moviéndose al compás de la su músi… Es así. No preguntaré dónde está su cara
Introducción a la Obra La Canción de Angelina es una pieza literaria que fusiona la poesía con la narración, logrando...
Acuérdate, Señor, del hombre humi… al que no dejan vivir sobre la tie… Mira sus esperanzas: las ha posado… No dejes ser tu mundo confín de la… ánfora hueca, vacía de Principios.
—Voz como de muerto, voz de Lázaro resucitado. Como una cadena,