Yo Siempre Pienso En Ti
Yo Siempre Pienso En Ti
En el silencio de la noche fría,
cuando la luna pinta el cielo gris,
mi alma se llena de melancolía
y en cada sombra tu recuerdo vi.
Yo pienso en ti.
Las estrellas titilan sin cesar,
guardianas mudas de mi inquietud;
quisiera al viento susurrar al mar
que llevé tu nombre en su inmensidad,
pero no hay voz... solo hay quietud.
Yo pienso en ti.
El sol despierta con su fulgor,
el mundo ríe, la vida es veloz,
mas yo me quedo en mi rincón de dolor,
donde no llega ni el ruido ni el calor.
¿Quién verá el fuego que encierra mi voz?
Yo pienso en ti.
Como el río que busca su cauce al correr,
mi mente fluye hacia tu existir.
No importa el tiempo, el ayer o el ser,
tu esencia vive en mi alba y mi anochecer.
No hay tregua, no hay fin.
Yo pienso en ti.
En las calles bulle el gentío,
risas, prisas, luces de cristal.
Yo camino, pero en este vacío
solo existe un eco: tu nombre es mío.
Nadie lo sabe... es mi secreto fiel.
Yo pienso en ti.
Si las flores marchitas renacen al verde,
si el invierno se rinde ante abril,
¿por qué este amor, callado y fuerte,
no logra hallar la grieta en tu piel?
Silencio eterno. Nada más decir:
Yo pienso en ti.
No hay lágrimas, ni gritos, ni tempestad,
solo un latido que el pecho no ve.
El tiempo pasa con su lentitud,
y en cada instante, con humildad,
mi corazón repite su verdad:
Yo pienso en ti.
Aunque el mundo siga su frenesí,
aunque la vida me arrastre a vivir,
en cada grieta de mi existir,
en cada sueño que logro abrir,
solo hay un verso que sé repetir:
Yo pienso en ti.
—Luis Barreda/LAB
