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El sol blanco

El sol blanco
 
 
Aquí estoy frente al mal en ropa de combate,
mil Ángeles me asisten en el duelo final;
dispuesto a denunciar como el profeta sabe:
el odio, la mentira, la muerte, la maldad .
 
No daré nunca  tregua hasta el fin de mis días,
los hijos de mis hijos también van a luchar,
mis alumnos, amigos y mi gente querida
jamás permitiremos que nos domine el mal.
 
Combatiré contigo en todos los ambientes:
ciencia, filosofía, alta magia y jamás
transaré con la muerte, defenderé la vida
barreré con tu verbo zalamero y falaz.
 
Te enfrentaré en el valle, en el mar, la montaña,
en el cielo infinito y en el oscuro astral;
no será suficiente tu mentira y tu maña,
ni tu ciencia diabólica en el duelo final.
 
Descubriré tus tretas, tu disfraz de paloma,
tu estrategia secreta que parece verdad,
tu turbadora lengua, la mentira que asoma,
tu pertinaz afán de matar y matar.
 
El mal es uno solo, el que engaña, el bandido,
llámese demonio, corrupción o Satán
ataca siempre al hombre porque fue el elegido
con un destino de  ángel por la sin par bondad.
 
Has hecho mucho daño; pero  llegó tu hora,
elegiste apóstoles que desprecian  la vida,
estados poderosos te proclaman ahora
y siembran  el terror en la gente sencilla.
 
Llenaste de veneno la mente de los niños,
al joven le pusiste en el brazo un fusil,
a la mujer mostraste el aborto asesino
y al hombre convertiste en criatura vil.
 
Vestiste de soberbia y de falsa cultura,
te mostraste atractivo con disfraz de saber;
sembraste la mentira cultivaste la duda,
pervertiste el amor, odiaste a la mujer.
 
Dijiste “Dios ha muerto”, es  una gran mentira
como decir  las balas aseguran la paz;
no es verdad, la muerte no permite la vida
y ser un progresista no implica asesinar.
 
No es más liberador el no creer en nada;
es el recurso fácil para no responder,
para dejar la conciencia del hombre adormilada
no sentir compromiso, siempre dejar hacer.
 
Ese pensar imbécil es cómplice de muerte;
es cobardía pura, es  incapacidad,
parece propiciar  libertad en  la gente,
elude el compromiso, oculta la verdad.
 
Abriste malicioso tu caja de Pandora:
vanidad, egoísmo, lucro, lujo y placer,
contaminaste al mundo con la droga traidora,
convertiste los pueblos en un vulgar burdel.
 
Mientras tácitamente concertados
algunos alimentan  la mentira fatal,
pido perdón a Dios si a veces he flaqueado
dudando del  amor la única verdad.
 
Fuiste perseguidor, delator, terrorista,
pervertiste la vida, el sexo y el amor,
transformaste belleza en vil pornografía,
creíste que el estado podía ser un dios.
 
Usaste del dinero para comprar la vida,
discriminador, racista, pérfido y  traidor,
ocupaste la ciencia en bien de la codicia
entregaste al mercado el trabajo, el amor.
 
Tu nunca triunfarás pues tu mente de sombra
no ilumina, no  crea, solo sabe  destruir
no construye, no anima, solamente devora,
serpiente ignominiosa solo puedes  mentir.
 
Ni el geoterrorismo, ni la ciencia vendida,
ni el mercado implacable, ni el poder militar
destruirán al  hombre que es flecha dirigida
por el Dios creador hacia la eternidad.
 
Te ríes de mi mano porque es mano de hombre,
no ignores que por ella corre el flujo vital,
el que anima la vida el de la fuerza enorme,
que no puede vencer la oscuridad ni el mal.
 
Mi mano hará los signos, mi boca dirá el mantra
te enviaré al infierno  con fuerza y con poder
retorcerás tu cuerpo ante el aura sagrada
la mirada de un niño te hará retroceder.
 
Te olvidas de la luz que barre la tiniebla,
del sol blanco conciencia del bien y la bondad,
la chispa ante la cual el odio siempre tiembla
y que habita en el hombre desde la eternidad.
 
No amagarás jamás esa  prístina llama,
que en todo ser humano, brilla como un fanal
que en las noches más negras ilumina su alma
como reserva pura que lo espera al final.

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