Tus pesares me salvaron
¿Cómo decirte que lo que traes a cuestas
son también mis pesares?,
tus preguntas son mis dudas,
tus silencios mis momentos de soledad,
tus conflictos y tus llantos mis ausencias;
mueven en mí la acción de cómo salvarme
de aquello de lo temes también tu;
y en algún momento, no sé cómo,
logro sacarte,
por una brazada, con un palo,
pero de verdad, salvándome;
al parecer,
te ha ayudado a nadar a la orilla.
No puedo decirte esto,
pero me comprometo a que pronto
aprendas a nadar y flotar sin prisa en océanos profundo.
Posiblemente a que te animes a ir a las profundidades sin temor de ahogarte.
Verte ir será mi pago en agradecimiento
ya que tus pesares me salvaron.
