En uno que se moría mi propia muerte no vi, pero en fiebre y geometría se me fue pasando el día y ahora me velan a mí
Juan José Saer
No supimos habitar el vacío cuando estábamos a la orilla del r… Un par de chicharras, qué bicho ha… y nosotros hablando, queriendo dec… No supimos escuchar
qué carajo un remolino que se lleva las piedr… subterfugios en el remolino qué carajo unas piedras que se llevan las sim…
Barrabás insitía, era culpable hubiera sido bastante oportuno que… pero Barrabás se cocinaba al rayo… entonces, ahí colgado, diluyéndose en la fiebre, dijo sus…
En El último encuentro, Sándor Márai presenta de manera connotada una perspectiva nihilista de la existencia, pero tambien hay una reivindicación de esa existencia. Lo cotidiano, la rut...
me acorde de algo gracioso: hay un pasillo a oscuras, es un pasillo ancho hay sillones en el pasillo hay gente tirada en los sillones
La inmovilidad acentúa el peso del frío sobre mi cuerpo entumecido por el alcohol. Siento la humedad de las primeras gotas de rocío sobre mi frente, sobre mis brazos, en la punta de mi ...
Es la tercera vez que la misma mosca intenta meterse en su oreja. La aparta con un manotazo al aire, molesto, y mira hacia el cajón de los zapallitos verdes. Sus ojos saltan entre las v...
En el polideportivo de esa que antes era escuela, algunos decían que entraban hasta mil personas paradas, otros el doble y otros la mitad. Nunca se comprobó, porque en el pueblo no alca...
No puedo ver tu cara en el silenci… ya no me llegan réplicas de ayer fue una brizna hecha de parecer un espejismo que ya no secuencio. Ya no me llegan, ya no las espero:
Más de cincuenta mil hilos de lino alrededor de la cabeza, árboles de peces que circundan el camino a la ciudad tapizada de mármoles, el panteón de los mártires y escla…
Se despierta a las seis de la mañana, después del segundo aviso de mamá. No quiere volver a la escuela, pero tiene que ir, cómo no va a ir. Se queda dos minutos sentado al borde de la c...
entonces me causa asco la gente, la calle me obliga a encerrarme se ahoga en basurales mi mente los perros ciegos no quieren ladra… la cama me arrebuja, nocturna,
Callejón de adoquín callejón a la ribera Te gustó mi jardín y te quedaste a merendar. Te llevé de paseo
Los huesos fulgentes que alumbran la noche no rugen ni asustan ni asombran. Son parte de la vista que abarca mi ventana y son tan naturales como las sombras. Y un día no estarán, se apa...
Me encanta salir a caminar solo, aprovecho el tiempo para pensar, aunque lo que más me gusta es distraerme tanto con el paisaje que no pienso, miro. Pasan los minutos, y no me doy cuent...