Tú
Tan simple como él
Como pastas de italiana maravilla, tu pelo se entrecruza con mis dedos en ocasionales besos que deseo en solitario.
Entrelazados con tus enredados pensamientos, tus risos juegan con mi paciencia cada vez que me impiden guardar tu sonrisa para más tarde.
Guardan, como amazónica muralla del pensamiento, las ideas paralelas a tus revolucionarios futuros caminos.
Adoro tus ojos. Los recuerdo como la seguridad materializada de que dominas, a tu forma, mis predecibles movimientos. Estar en ese momento reflejada en ti, liquida mis ideas sin estilo y gobierna, junto a mis ilusionadas tortillas, todas las características que predominan en un buen día.
Préféré par...
