#EscritoresEspañoles #Generación27
Alto soy de mirar a las palmeras, rudo de convivir con las montañas.… Yo me vi bajo y blando en las acer… de una ciudad espléndida de arañas… Difíciles barrancos de escaleras,
A la luna venidera te acostarás a parir y tu vientre irradiará la claridad sobre mí. Alborada de tu vientre,
Por fin trajo el verde Mayo correhuelas y albahacas a la entrada de la aldea y al umbral de las ventanas. Al verlo venir se han puesto
¿Qué pasa? Rencor por tu mundo, amor por mi casa. ¿Qué suena? El tiro en tu monte,
Cuerpo del amanecer: flor de la carne florida. Siento que no quiso ser más allá de flor tu vida. Corazón que en el tamaño
Desde que el alba quiso ser alba,… madre. Quiso la luna profundamente… En tu dolor lunar he visto dos muj… y un removido abismo bajo una luz… ¡Qué olor a madreselva desgarrada…
Coronad a la escoba de laurel, mir… Es el héroe entre aquellos que afr… Para librar del polvo sin vuelo ca… bajó, porque era palma y azul, des… Su ardor de espada joven y alegre…
Ausencia en todo veo: tus ojos la reflejan. Ausencia en todo escucho: tu voz a tiempo suena. Ausencia en todo aspiro:
En trenes poseídos de una pasión e… por el carbón y el hierro que los… y en tensos aeroplanos de plumaje… recorro la nación del trabajo y la… De la extensión de Rusia, de sus…
Como la higuera joven de los barrancos eras. Y cuando yo pasaba sonabas en la sierra. Como la higuera joven,
Tengo ya el alma ronca y tengo ron… el gemido de música traidora... Arrímate a llorar conmigo a un tro… retírate conmigo al campo y llora a la sangrienta sombra de un grana…
Cogedme, cogedme. Dejadme, dejadme, fieras, hombres, sombras, soles, flores, mares. Cogedme.
Yo quiero ser llorando el hortelan… de la tierra que ocupas y estercol… compañero del alma, tan temprano. Alimentando lluvias, caracolas y órganos mi dolor sin instrumento…
Mi corazón no puede con la carga de su amorosa y lóbrega tormenta y hasta mi lengua eleva la sangrie… especie clamorosa que lo embarga. Ya es corazón mi lengua lenta y la…
Se ha retirado el campo al ver abalanzarse crispadamente al hombre. ¡Qué abismo entre el olivo y el hombre se descubre!