#EscritoresArgentinos
Es necesario romper el equilibrio hay que llamar al orden a las fuerzas del orden. Hay que temer de los inocentes los inocentes
Huyo de mi propia luz porque mi propia luz no es la luz del hombre. Soy entre nosotros el que desata
Es otra vez de noche y en general la casa duerme. Una voz en la radio dice últimas palabras.
Para habitar estos nuevos infiernos que poseo busco nuevos demonios. Demonios del olvido
Entre la vida que no me pertenece el amor y la vida que soy la locura. La poesía
Hilos. Nudos. Sonrisas. Pequeña gloria. Hombre en las tinieblas. Soy el que ya no sufre. No pido pan.
Piel abrochada a mi garganta piel de pieles. el hombre que buscaba no existe ni siquiera en mí. Retrocedo todo
En la noche cuando nos encontrábamos la plenitud de la oscuridad hacía de nosotros infinitos corceles enamorados.
Rechazamos la guerra todo el tiempo que sea necesario. Nos callaremos pero no para siempre. Ocultaremos nuestra cara
Voluptuosa semilla aquí me planto y creceré y aquí echaré raíces y tendré brotes
Fuimos perdiendo en el camino nuestro deseo de liberarnos. Entre las cadenas el goce de la carne era bestial. El microscopio
Llegué una tarde a Madrid y me di… Ésta será mi tierra éste mi pueblo… Después fue todo mucho más difícil… Los apretones de mano del principi… se transformaron en fuertes tenaza…
A mí la poesía me lo permite todo y yo hago con ella lo que quiero. A veces me dejo llevar y Ella me envuelve en su torbellino palabra contra palabra
Es de noche en la ciudad todos duermen menos el sonido palpitante del corazón del tiempo latiendo acompasadamente
Verdad hiriente la verdad de unos labios enamorados. Allí donde la noche desanima a los pequeños pobres taciturnos