#EscritoresArgentinos
Partí de Buenos Aires a caballo de las palabras donde la poesía construyó su residencia. Mil días y mil noches
La Cultura debe ser destruida en su totalidad. Hundir entre sus carnes amadas
Hoy como nunca amé mi cuerpo en soledad. Hoy como ayer fui el amante infernal. Hoy no llegué muy lejos.
Supervisión astral vivo en el mundo por encargo de la poesía. Ave de mar incendio de borrascas.
Recuerdo tu vientre de pantera destrozado. Mis dientes. Tus garras
Un hombre solitario no es un hombre pero un hombre que construye semejante soledad
¡Cuidado! ¡Cuidado! estamos a punto de naufragar. Os habéis creído, que en transatlántico poderoso navegábamos
Soy una leve palabra desiertos de silencio. Hoy tengo una pequeña
Fuimos perdiendo en el camino nuestro deseo de liberarnos. Entre las cadenas el goce de la carne era bestial. El microscopio
Balbucear cuando ya no queda otro camino balbucear aunque poco de a poco ir diciendo.
Aquí estoy sin la límpida mirada de otros tiempos. Cegado por lento y apacible vivir. Atenazado por el eterno sonido de… Vuelvo para decir he comprendido:
Ya nunca más arpegios voluptuosos Se tomará el café por las mañanas y por las noches furtivamente se hará el amor contra reloj
Vuelvo de los espacios donde temía que su cuerpo dañara mi cuerpo. Albatro muerto albatro despedazado
Tratando de arrancarle a la vida una verdad dispuestos a todo dejamos que el sol se levantara con nosotros al alba.
Te vi pasar como pasan los astros Tu mirada tu boca eran de otro. Tu simpleza no tenía límites