Cargando...

Endechas II

Ingrato dueño mío

Ingrato dueño mío
en cuyo pecho esconden
el océano, sus iras;
su dureza, los montes;
oye mis quejas, oye mis voces.
 
Quieres más bien, tirana,
que un extraño te goce
y no aquél que idolatra
tus peregrinas dotes,
gracia, donaire y aun disfavores.
 
¿Olvidas tantos años
de firmeza y de amores;
y de las prendas mías
permites que se adorne
quien ni te estima, ni te conoce?
 
¿Porque cruel la fortuna
me deniega sus dones,
me dejas, inhumana,
y otro amador escoges,
rico en dineros, en virtud pobre?
 
Permita el justo cielo
que no te ame, y le adores;
que por su mal suspires,
y por su ausencia llores
días y noches sin que reposes.
 
Que jamás le contentes,
y que siempre le enojes;
y si has de aborrecerlo,
que harto tiempo le goces;
y que te lleguen mis maldiciones.
Preferido o celebrado por...
Otras obras de Miguel Wenceslao Garaycochea...



Top