No te enamores, no lo hagas feliz.
Y da igual que no sea de mí,
pero escúchame bien:
No te enamores.
No lo hagas de la sonrisa.
No te sustentes en un buen día.
No lo permitas en la cama.
No te olvides de no enamorarte.
No te enamores.
No lo hagas de los ojos.
No te sustentes en el tacto.
No lo permitas en un bar.
No te olvides de no enamorarte.
No te enamores.
No lo hagas del dolor.
No te sustentes de la semiótica.
No lo permitas en las palabras.
No te olvides de no enamorarte.