Pienso en el beso que no te di
antes de subir al camión
rumbo a tu vida,
camino de tu corazón.
A veces medito tu propuesta
ofrecida a mi cuerpo,
inclinada a mi alma,
otorgada a mi corazón.
Recuerdo haberte mentido
porque, tal vez, yo también
sentía volverme a enamorar
y un beso tuyo hubiese
cambiado todo.
Evité volver a lugares comunes,
lastimando personas,
habitando dolores,
creando espectativas.
Nuestro tiempo ya no era,
siempre llegamos tarde.
Pienso en ella, con quien estás,
a quien dedicas tu vida.
Pienso en él, con quien comparto,
a quien dedico mi ser.
Lamento no haber sido
a quien pudieras amar,
siento no haber sido
quien te amara.
Eres ese poema bien escrito,
Eres luz de mi pasado,
Eres dulzura y tibieza.
Eres agua clara.
Eres un río que fluye.
Aquello que no te di
está sentado en un sillón,
imaginando una vida dentro de mí.
Aquello que no te di
está abrazado
bajo la regadera.
Aquello que no te di
platica desnudo en la cama
sobre evangelios y teologías.
Aquello que no te di está
en las docenas de audios
enviados a tu contacto,
los cuales nunca llegaron
porque acordamos bloquearnos.
Aquello que no te di
yace en la decisión
de no besarte
para no lastimarnos.
Aquello que no te di
está recostado en la cama del deseo,
esperando a que me tomes
como la formal amante.
¡Qué frágiles son los destinos!
Dijiste antes de partir
al país del no retorno.
Mis poemas gritan,
lo que mis labios
nunca pronunciarán.
Estoy feliz por ti.
Mi amor fue real,
nuestro amor fue verdad.
Hoy sé que te amé
más de lo que nunca supe.