Deconstruir
por Mirel Martínez
Por la mañana visto un kimono que me regaló la emperatriz de China hace unos quinientos años.
A medio día me calzo la zapatilla perdida de Cenicienta que recogí al salir del bar.
A la hora de la comida me siento a la mesa con los atavíos de una princesa azteca, a la que conocí en una marcha por los derechos de la mujer.
En el ocaso salgo a caminar con los zapatos desgastados y la ropa holgada que deslumbra a las calles de la Ciudad de México.
Por la noche poseo la magia para levantar y regir un reino de cuento de hadas como al que me invitaron el otro día.
Soy tan poco de lo que recuerdo.
Soy eso de automatismo que ignoro.
Soy aquello que olvidé que era.
Soy parte del todo era tras era.
Soy el todo sin mesura ni atadura.
Soy nueva y fluctuante sin premura.
Soy un amanecer que fluye.
Soy un ocaso que se consume.
Divergente, diferente,
distinta,
mejor y mejorada.
Cada día con la voluntad de construir
de nuevo
lo que desconozco y lo que se volverá
a deconstruir.
2021
Pintura "Mujer desnuda" (1916) de Amedeo Modigliani
