#Colombianos #Mujeres
Porque ahora paso mi mano sobe el… y si cierro los ojos oigo correr u… porque mi cuerpo comienza ahora en… donde alcanzan tus brazos y el mie… y sé llamar las cosas
Intentamos. Alguno descubrió entre el hollín y el polvo una mar… o en noches muy oscuras un resplan… ¡Tanto sueño perdido,
Tu boca viene a mí, solo tu boca. Viene volando, libélula de sangre, llamarada que enciende ésta mi noche de ceni… Toda la sal del mar habita en ella…
Condenada a ser sombra de tu sombr… a soñar con tu nombre en cada madr… Por la ventana abierta un olor err… de vida, —¿y tú en que calle?— un temblor en la luz,
Empotrado en la noche de la alcoba el espejo tiene la lucidez de los oráculos. Sobre la superficie de su luna la muchacha desnuda
Los saludables, los briosos estudi… y mejillas felposas, los que encie… y respiran su aire como recién nac… los que buscan rincones para mejor… y dulcemente eternos juegan ruleta…
Han amarrado trapos rojos en los b… y el mundo todo ardido está de fie… de paños en la frente, de pesadill… que rechinan sus dientes en el silencio ciego de la una.
Hay penas que terminan avergonzándonos: zonza, desprestigiada, monocorde como el zumbido del moscardón contra el cristal o…
A qué llorar, me digo, todo estaba previsto me muerdo las falanges los asombros por qué miro la luna
Ese sonar de aldabas me levantó de… sobresaltó mi corazón dormido. Cuánto ruido trajiste a esta casa: Qué músicas extrañas, qué silencios no oídos.
Para mis días pido, Sueños de los naufragios, no agua para la sed, sino la sed, no sueños sino ganas de soñar.
Ahora que ya remonto la mitad del… yo que siempre me apené de las gen… yo, que soy eterna pues he muerto… y que alargo mis brazos al sol en… en las noches y me canto canciones…
Tías siempre observadas por aquel laberinto de retratos, con sus piernas de pájaro enredada… en ovillos de lanas de colores. Un camafeo guarda los cabellos
Por el camino de tu lengua yo podr… hasta la negra Abisinia o cabalgar hasta Bengala o Nankin porque ella es sabia como un viejo… enseña sobre el cielo
Escucha, amor, ¡viene la muerte avisando! Oye entre las duras piedras su rumor. Viene la muerte al galope