Si quisieras oír lo que me digo en… el rubor de tu rostro sería la rec… Son palabras tan íntimas como mi p… que padece el dolor de tu implacab… Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un…
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única. ¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, la...
Por culpa de los números estuve siempre mal en todo cálculo… Por no poder usar los logaritmos la cuenta de mi vida se fue al sue… Jamás hallé mi siete
No acabarán mis flores, No cesarán mis cantos. Yo cantor los elevo, Se reparten, se esparcen. Aun cuando las flores
Mata su luz un fuego abandonado. Sube su canto un pájaro enamorado. Tantas criaturas ávidas en mi sile… y esta pequeña lluvia que me acomp…
Es preciso que levantes el brazo d… porque quiero llevar de ti un recu… Quiero saber que dejo sembrada en… tu mano. Tu mano que al viento crezca recor…
Qué vanidad imaginar que puedo darte todo, el amor y la… itinerarios, música, juguetes. Es cierto que es así: todo lo mío te lo doy, es cierto,
El bastón, las monedas, el llavero… la dócil cerradura, las tardías notas que no leerán los pocos días que me quedan, los naipes y el tab… un libro y en sus páginas la ajada
Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis: si con ansia sin igual
Mi madre era pequeñita como la menta o la hierba; apenas echaba sombra sobre las cosas, apenas, y la Tierra la quería
Córdoba. Lejana y sola. Jaca negra, luna grande, y aceitunas en mi alforja. Aunque sepa los caminos
Ay hijo, sabes, sabes de dónde vienes? De un lago con gaviotas blancas y hambrientas. Junto al agua de invierno
Si quieres hacer feliz, a alguien que quieres mucho, dícelo hoy, sé muy bueno ... en vida, hermano, en vida. Si deseas dar una flor
Sólo una cosa no hay. Es el olvid… Dios, que salva el metal, salva la… y cifra en su profética memoria las lunas que serán y las que han… Ya todo está. Los miles de reflej…
He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he… feliz. Que los glaciares del olvid… me arrastren y me pierdan, despiad… Mis padres me engendraron para el…
La calle se llenó de tomates, mediodía, verano, la luz
La rosa, la inmarcesible rosa que no canto, la que es peso y fragancia, la del negro jardín en la alta noc… la de cualquier jardín y cualquier…
Las calles de Buenos Aires ya son mi entraña. No las ávidas calles, incómodas de turba y ajetreo, sino las calles desganadas del bar…
Para mí tu recuerdo es hoy como la… del fantasma a quien dimos el nomb… Yo fui bueno contigo, tu desdén no… pues no me debes nada, ni te repro… Yo fui bueno contigo como una flor…
Si (como afirma el griego en el C… el nombre es arquetipo de la cosa en las letras de “rosa” está la ro… y todo el Nilo en la palabra “Nil… Y, hecho de consonantes y vocales,
La pena… La melancolía… La tarde siniestra y sombría… La lluvia implacable y sin fin… La pena… La melancolía… La vida tan gris y tan ruin.
Hijo de algún confín de la llanura Abierta, elemental, casi secreta, Tiraba el firme lazo que sujeta Al firme toro de cerviz oscura. Se batió con el indio y con el god…
¡Mírenle la estampa! Parece un ratón que ha cogido en t… con ese morrión. Fusil, cartuchera, tambor y morral… tiene cuanto quiera nuestro genera…
La noche cae, brumosa ya y morada. Vagas claridades malvas y verdes perduran tras la torre de la iglesia. El camino sube, lleno de sombras, de campanillas, de fragancia de hierba, de ca...
Sobre el campo el agua mustia cae fina, grácil, leve; con el agua cae angustia: llueve... Y pues solo en amplia pieza,
¿Dónde estarán? pregunta la elegía de quienes ya no son, como si hubi… una región en que el Ayer, pudiera ser el Hoy, el Aún, y el Todavía. ¿Dónde estará? (repito) el malevaj…
Mi táctica es mirarte aprender como sos quererte como sos mi táctica es
¿Qué os hice yo, mujer desventurad… que en mi rostro, traidores, escup… de la infame calumnia la ponzoña y así matáis a mi alma juvenil? ¿Qué sombra os puede hacer una ins…
Todo lo que de vos quisiera es tan poco en el fondo porque en el fondo es todo, como un perro que pasa, una colina… esas cosas de nada, cotidianas,
Qué no daría yo por la memoria de una calle de tierra con tapias… y de un alto jinete llenando el al… (largo y raído el poncho) en uno de los días de la llanura,