La rosa, la inmarcesible rosa que no canto, la que es peso y fragancia, la del negro jardín en la alta noc… la de cualquier jardín y cualquier…
Mis ojos de plaza pública Mis ojos de silencio y de desierto El dulce tumulto interno La soledad que se despierta Cuando el perfume se separa de las…
En mi cara redondita tengo ojos y nariz, y también una boquita para hablar y sonreír. Con mis ojos veo todo,
En el bosque, de aromas y de músic… la magnolia florece delicada y lig… cual vellón que en las zarpas enre… o cual copo de espuma sobre lago s… Es un ánfora digna de un artífice…
Granada, calle de Elvira, donde viven las manolas, las que se van a la Alhambra, las tres y las cuatro solas. Una vestida de verde,
Es la mañana llena de tempestad en el corazón del verano. Como pañuelos blancos de adiós via… el viento las sacude con sus viaje… Innumerable corazón del viento
Del nicho helado en que los hombre… te bajaré a la tierra humilde y so… Que he de dormirme en ella los hom… y que hemos de soñar sobre la mism… Te acostaré en la tierra soleada c…
Los rumores de la plaza quedan atrás y entro en la Biblioteca. De una manera casi física siento la gravitación de los libros, el ámbito sereno de un orden, el tiempo disecado y conserva...
Mi táctica es mirarte aprender como sos quererte como sos mi táctica es
Ellos se conocieron por casualidad, que es como se suelen encontrar los grandes amores, casi siempre por casualidad, por una llamada equivocada, por un encuentro fortuito. A ellos lo qu...
Escuela hermosa y divina Hoy vengo a decirte adiós Mi curso ya se termina Y eso me quiebra la voz Me voy en el alma rota
Mira gaucho salvajón que no pierdo la esperanza y no es chanza de hacerte probar que cosa es «Tin Tin y Refalosa»
Viendo a Garrik—actor de la Ingla… el pueblo al aplaudirle le decía: «Eres el más gracioso de la tierra y el más feliz...» Y el cómico reía.
Tres eran, mas la Inglaterra Volvió a lanzarse a las olas, Y las naves españolas Tomaron rumbo a su tierra; Sólo Francia gritó: «¡Guerra!»
El infierno de Dios no necesita el esplendor del fuego. Cuando el… Universal retumbe en las trompetas y la tierra publique sus entrañas y resurjan del polvo las naciones
Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fi...
Según díceres públicos doña Pánfa… O pudiera ser víctima de apoplétic… Su exorbitante estómago era el más… Fenómeno volcánico su incesante ja… Sus fámulos y adláteres la apodaba…
Juega el viento de Abril gracioso… Con la cortina azul de mi ventana: Da todo el sol de Abril sobre la… Niña que pide al Sol que se la ll… En vano el Sol contemplará tendid…
Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacer...
Hojas del árbol caídas juguetes del viento son: ¡Las ilusiones perdidas ¡ay! son hojas desprendidas del árbol del corazón!
ante la lúgubre manía de vivir esta recóndita humorada de vivir te arrastra Alejandra no lo niegue… hoy te miraste en el espejo y te fuiste triste estabas sola
La noche cae, brumosa ya y morada. Vagas claridades malvas y verdes perduran tras la torre de la iglesia. El camino sube, lleno de sombras, de campanillas, de fragancia de hierba, de ca...
Si quisieras oír lo que me digo en… el rubor de tu rostro sería la rec… Son palabras tan íntimas como mi p… que padece el dolor de tu implacab… Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un…
Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, p...
Lo he soñado en esta casa entre paredes y puertas. Dios les permite a los hombres soñar cosas que son ciertas. Lo he soñado mar afuera
—Tío Pío, en el cole me han pedido que escriba una poesía a la prima Primavera. ¿Tú quieres que te la lea,
Educar es lo mismo que poner motor a una barca… hay que medir, pesar, equilibrar… …y poner todo en marcha. Para eso, uno tiene que llevar en…
1. Es tiempo de que vuelvas: es tiempo de que tornes... No más de insano amor en festines, con mirto y rosa y pálidos jazmine… tu pecho varonil, tu pecho exornes…
Yo la amé, y era de otro, que tamb… Perdónala Señor, porque la culpa… Después de haber besado sus cabell… nada importa la culpa, pues no imp… Fue un pecado quererla, Señor, y,…
La noche / 1… No consigo dormir. Tengo una muje… La noche / 2… Arránqueme, Señora, las ropas y l… La noche / 3…
Desmayarse, atreverse, estar furio… áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso; no hallar fuera del bien centro y…
Para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas. Desde mi boca llegará hasta el cie… lo que estaba dormido sobre tu alm… Es en ti la ilusión de cada día.
El niño que no vino tiene los labios fuertes tiene las manos tiernas el alma como nube no es nadie
Azul de aquella cumbre tan lejana hacia la cual mi pensamiento vuela bajo la paz azul de la mañana, ¡color que tantas cosas me revela! Azul que del azul del cielo emana,
Las calles de Buenos Aires ya son mi entraña. No las ávidas calles, incómodas de turba y ajetreo, sino las calles desganadas del bar…
Si supieras, si sólo una milésima, si sólo un pedacito, un lado de mí misma conocieras sabrías que estoy hecha de ciruela…
En la sala tranquila cuyo reloj austero derrama un tiempo ya sin aventuras ni asom… sobre la decente blancura que amortaja la pasión roja de la…
Todo es noche, noche oscura, Ya no veo la hermosura De la luna refuljente, Del astro resplandeciente Sólo siento su calor.
La clara muchedumbre de un ponient… ha exaltado la calle, la calle abierta como un ancho sue… hacia cualquier azar. La límpida arboleda
Quién les hubiera dicho que sus mayores vinieron por un mar, quién les hubiera dicho lo que son un mar y sus aguas. Mestizos de la sangre del hombre blanco, lo tuvieron en poco, mestizo...
Cuentan de un sabio que un día tan pobre y mísero estaba, que sólo se sustentaba de unas hierbas que cogía. ¿Habrá otro, entre sí decía,
Azul loco y verde loco del lino en rama y en flor. Mareando de oleadas baila el lindo azuleador. Cuando el azul se deshoja,
Cuerpo de mujer, blancas colinas,… te pareces al mundo en tu actitud… Mi cuerpo de labriego salvaje te s… y hace saltar el hijo del fondo de… Fui solo como un túnel. De mí huí…
Nueva Inglaterra y la mañana. Doblo por Craigie. Pienso (yo lo he pensado) que el nombre Craigie es escocés y que la palabra crag es de origen…
Entra la luz y asciendo torpemente de los sueños al sueño compartido y las cosas recobran su debido y esperado lugar y en el presente converge abrumador y vasto el vago
Me vio como se mira al través de u… o del aire o de nada. Y entonces supe: yo no estaba allí ni en ninguna otra parte
Miradme aquí, clavada en una silla, escribiendo una carta a las paloma… Miradme aquí, s que ahora podéis mirarme.
Érase un búho, dechado de egoísmo el más perfecto, de todo siempre esquivado, cual si diera resfriado su agrio, antipático aspecto.
Yo tengo para ti mi buen amigo un corazón de mango del Sinú oloroso genuino amable y tierno
Partir en cuerpo y alma partir. Partir deshacerse de las miradas
En la honda noche universal que apenas contradicen los faroles una racha perdida ha ofendido las calles taciturnas como presentimiento tembloroso
Chisporrotea en el aceite hirviendo la alegría del mundo:
Amo las cosas que nunca tuve con las otras que ya no tengo. Yo toco un agua silenciosa, parada en pastos friolentos, que sin un viento tiritaba
¿Quién los ve andar por la ciudad si todos están ciegos? Ellos se toman de la mano: algo ha… entre sus dedos, lenguas dulces lamen la húmeda palma, corren por…
Todas íbamos a ser reinas, de cuatro reinos sobre el mar: Rosalía con Efigenia y Lucila con Soledad. En el valle de Elqui, ceñido
No son más silenciosos los espejos ni más furtiva el alba aventurera; eres, bajo la luna, esa pantera que nos es dado divisar de lejos. Por obra indescifrable de un decre…
¡Qué barullo en la herida!... ¡Qué suerte si esto que siento fue… y se me quitara bebiendo un vaso d… Es entonces cuando llueve tristeza para ahogar en mi boca
He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he… feliz. Que los glaciares del olvid… me arrastren y me pierdan, despiad… Mis padres me engendraron para el…
Una mora de Trípoli tenía Una perla rosada, una gran perla: Y la echó con desdén al mar un día… —«¡Siempre la misma! ¡ya me cansa… Pocos años después, junto a la roc…
¿Por qué persistes, incesante espe… ¿Por qué duplicas, misterioso herm… el menor movimiento de mi mano? ¿Por qué en la sombra el súbito re… Eres el otro yo de que habla el gr…