Cargando...

Mar y alas.

Yo nunca aprendí a nadar y tampoco vos a volar.

Me vi reflejada en tu mirada.
Siempre quise que me miren con el amor que vos me miraste, yo nunca aprendí a nadar y me ahogue en tu mundo y vos nunca aprendiste a volar pero me llevaste a recorrer el cielo.
Espero te veas como yo te veo, cargado de esperanza.
Te desespera encontrar un amor que se parezca a vos, que te llene el corazón y que navegue en tus aguas.
Pero amor está vez no tengo chaleco salvavidas y no me animo a tirarme de aquel avión.
Me da pánico pensarte amándome cuando yo no puedo amar a alguien como vos. Es que estás perdido en un laberinto de incertidumbre y yo tan regia apostado por la vida sin miedo a nada.
Nunca tuviste alas pero sos un volador, soñas con mil cosas y le anclas la palabra amor.
Fueron dos o tres amores los que rompieron mi alma y ninguno como vos.
No me rompiste pero tampoco me modificaste.
Solo viniste y te instalaste.
Solo llegaste y abusaste.
De mi cariño, de mi confianza.
Solo entraste y no preguntaste.
Solo asumiste que yo podría amarte.
Ay, amor pero no sé nadar, no quiero navegar en este mar y mucho menos quiero que me cortes las alas.
Déjame volar.
Vete a volar.
Déjame fluir en mi rio.
Vete a llenar ese vacio.
Déjame volar.
Déjame.
Ve.
Aquí me quedo.
Me saco el chaleco salvavidas y me ahogo en tu recuerdo. Serás pasajero, serás momentáneo, serás de vuelo rápido.
Ay, amor, te pareces a un viejo amor, pájaro de vuelo rápido.
Ay.

Otras obras de Sabrina Barroso ...



Top