Del libro Aquí no duele -50 poemas-, Buenos Aires, Ed. Vinciguerra, 2010
Es lo que se posterga me digo tiempo desértico de vida lo que va estructurando el espacio del avance de la noche.
Sobre las colinas el destierro irremediable del hombre. Solo sin viñedos
Cronista siempre para alumbrar historias escondidas en palabras navegantes y náufragas habitadas desde las raíces de los… inicio de lo que no inicia ni conc…
Para aprender del filo de la ausencia pequeño surco de salobre esperanza… Y entre el horizonte y el mar la travesía.
Qué suaves besos verticales que
Qué extraña condena es el alma curioso el dolor allí sutil punzante intangible y no poder atreverse siquiera a de… los llantos de un infinito día que…
Soñé a Ana soñando Praga plácido amanecer callejuelas adoquinadas de bruma. Ana camina reflejo de luz de farolas
Sentidos y contrasentidos cada cambio de marea se mece siempre a solas entre escapar e insistir casi sin palabras.
Plegaria rítmica matemática hermosa desde la otra orilla de la corriente que impide del terror que detiene de las sombras de la locura
Pero me atraen los muelles inútil resistencia humana la de los besos tormentosos noctil… en el delirio del dolor del deseo. Sólo yo y la noche
Sangra la desolación de las certez… duelen las vacilaciones de fragmen… abordan los manotazos de mejor air… renuncia la respiración artificial grisea el rastro humano en estéril…
Después de la medianoche los consumidores omnívoros del abi… y sus máquinas de humo por fin se apagan.
Me dicen encender los fuegos de la… simple temblor de felicidad me dicen levantar la cabeza y mira… y recibir al viajero de la arena f… y dar refugio a flor de piel.
Y sigue siendo lágrima de brava marea tejedora de pocos rincones allí donde residen suaves
Y sobre él juego de círculos la mismidad del claroscuro disperso soplo de sal dibujado en la arena.