La lluvia eterna
del desasosiego...
La ironía pesa,
cansa y da sed.
El desasosiego
de la lluvia eterna.
No hay diluvio sin
amor, personifico
la persistente ilusión
de querer acabar
con el dolor.
Dolo en el tacto,
Pesimismo ipso facto.
Después de la antítesis,
De la incesante búsqueda lluviosa,
Descanso mi gusto en lágrimas.
Si el tiempo se acabase mañana,
que en mi llanto haya canto.
Si el día empezará de noche,
te llamaría y me aseguraría,
de que en cualquier ironía,
el tiempo cumpla su utopía:
Del pesar al pasar.
Tal y como pasó,
has delatado la locura de
un demente corazón.
