De «Disentir de las paredes en blanco»
La enemiga defunción te invita, pero no asistas a esa fiesta. Vete pronto a tu lejana villa, roe un árbol, dale una semilla.
—¿Qué vendes? —Poemas. —¿Cuánto valen? —No tienen precio.
El día de la madre, de mi madre, e… Ella me enseñó a ser lector, y a r…
Escribo poesía a toda hora y mis manos ni lo saben.
por favor, siéntese usted para pod… y sin riesgo de desmayo porque hoy… el día internacional de los derech… sí, con confianza, ríase usted de… que no saben que los humanos son l…
fui niño y lo supe
Colores blandiendo la espada de la… Convites acuosos desde el fervor i… Visitas empíricas e inusitadas par… Cubrimiento de primer nivel de las… Insectos demorados en la barra del…
Las horas sin advertir mutaron, son más prófugas y audaces. Los convidados escasean, más irónicos e hipócritas, tiñen las paredes
Hallo un manuscrito de mi juventud… Lo edito y lo publico. Suenan risas grabadas.
Desde que te conocí, poesía, me hice la misma pregunta. Desde que te conozco, me he hecho la misma pregunta. Y siempre estuviste,
duele mi costado algo sale de mi pecho soy yo en otro cuerpo
Cuando quiero conocer a alguien me busco en Google. Aparecen personas que me reconocen… y otras que huyen de mis ojos inqu… a veces soy perseguido y otras per…
—Nos vemos allá, si te parece. —Sí, seguro, pero, ¿cómo te recono… —Soy el que va disfrazado de perso…
ateos del mundo, oíd ha nacido una virgen virgen como todas las demás pero esta os dará leche y gratas c… y será la artífice de multitud de…
La veo acercarse, por mí. Sin traje de gala arrima, sin armas. De albo fulgoroso viste sus negras empresas. La veo cada noche, en mi cama,