De «Un bicho cayendo con épica agonía»
Aguas negras de color rojo que nad… Hacinamiento ulterior a la muerte. Igualdad de partes en partes desig… Restos remojados en espera de la l… Pictogramas de la colombianidad mo…
Un escritor joven me escribe para… (como si yo fuera quién para darlo… qué viejo estoy para la industria… Mi respuesta es pública, joven esc… hay buenas noticias para ustedes,…
Desperté dentro de un gato en su ú…
Los pájaros no salen a volar porque sí.
sin pena ni gloria lo digo necesito de su ayuda para terminar… gracias por su ayuda
una palabra por vez y
mire usted cómo es la vida ni si quiera soy capaz de pronunci… y existe la poesía que lo hace por… soy un analfabeto que lo conoció l… disculpe usted el atrevimiento
no cualquiera ignora desde un bill… y no cualquiera hace un poema ince… aunque todo billete valga menos qu… y cualquier persona que no lo cono… no cualquiera es poeta luego de ir…
—Nos vemos allá, si te parece. —Sí, seguro, pero, ¿cómo te recono… —Soy el que va disfrazado de perso…
la alfabetización no clasifica par… ni el amor propio ni el respeto pr… pero sigan y descubran libremente… las ganancias de los ricos seguirá… y las pérdidas de los pobres que c…
La señal del cosmos se trenza en e… para que yo, grillete último, líe… lo emancipe y lo vislumbre, vuelto un trapo, inmundicia, y con el pesado parpado,
Una bestia de siete cabezas me habita y, como es natural, cada cabeza tiene su propia dieta. La que más vigilo
Resulto ser la bala. Irrumpo en la batalla, busco el corazón de la guerra. De camino, mato lo que soy, siembro nuevos miedos.
Desperté por mayoría de votos. Y…
de mí cuelga una gota