De «De un marzo los días todos»
—¿Qué vendes? —Poemas. —¿Cuánto valen? —No tienen precio.
Las horas sin advertir mutaron, son más prófugas y audaces. Los convidados escasean, más irónicos e hipócritas, tiñen las paredes
luego de siglos haciendo versos
Somos tan pequeños que ni sabemos… Somos tan pequeños que la mayoría… desconoce nuestra existencia, nues… Y somos tan pequeños que si desapa… casi nada en el universo lo llegar…
Escribo poesía a toda hora y mis manos ni lo saben.
la alfabetización no clasifica par… ni el amor propio ni el respeto pr… pero sigan y descubran libremente… las ganancias de los ricos seguirá… y las pérdidas de los pobres que c…
—¿Cómo se llama esto? —Mar. —¿Y para qué sirve? —Para irse.
La poesía es como los relojes: funcionan todos igual, pero diferente. Como el pan antes de serlo,
Uno de los dragones me chamusca la… el otro, simétrico, sabe quién est… llega hasta sus aposentos y se arr… Un dragón, huraño, me renunció mal… impiedoso en la lucha con los caba…
Le lanzo piedras a la luna a dios a mi sombra a todo lo que se mueve. Le lanzo piedras al agua empozada
lo comprendo tarde la vida lo era todo nada más
Hallo un manuscrito de mi juventud… Lo edito y lo publico. Suenan risas grabadas.
un diccionario lo define, es decir… «trasladarse desde el lugar en que… dicho esto, querido y desconocido… lo dejo en su íntima migración hac… mientras termina de leer estas pal…
No me consta que me conste lo que… Ni me consta que no me consta lo q…
La poesía, esa pobreza. Se garabatea durante mil años y se… o en menos, en un segundo, sin lee… se lee en un segundo y no se adivi… La poesía, esa mezquindad.