De «Un (casi) poema (malo) al día»
El día de la madre, de mi madre, e… Ella me enseñó a ser lector, y a r…
Una bestia de siete cabezas me habita y, como es natural, cada cabeza tiene su propia dieta. La que más vigilo
el respeto al complejo ajeno
—¿Por qué vistes de negro? —Es el duelo. —¿Por alguien? —Con alguien. —¿Quién?
Ya no intento convertir los poemas en pan. Intento multiplicarlos.
—¿Cómo se llama esto? —Mar. —¿Y para qué sirve? —Para irse.
La enemiga defunción te invita, pero no asistas a esa fiesta. Vete pronto a tu lejana villa, roe un árbol, dale una semilla.
La poesía es como los relojes: funcionan todos igual, pero diferente. Como el pan antes de serlo,
Las señales universales las enramo… esperando que él, el eslabón perdi… las indulte y las disponga, las en… las transmute a materia, gris, esp… con el tacto, las atienda al calar…
En algún lugar sin nombre, sin mapa, estoy esperándome. El lugar es adentro de mí y cada vez se aleja más de donde e…
lamento destruir sus castillos en… pero yo soy el hombre más rápido d… me lo imaginé ya a usted apuntándo… cuando todavía usted ni el disparo… y lamento destruir mis castillos e…
Me pregunto si la tierra con sus entrañas llenas de oro sabe que es la tierra. Me pregunto si la tierra sabe qué es el oro.
Hallo un manuscrito de mi juventud… Lo edito y lo publico. Suenan risas grabadas.
Lo que perdura una vida, es un dilatado segundo. Vemos cuan inútil resulta invertir en contarlo, tocarlo, cuando estamos pisando
No importa cuántas horas pasen entre poema y poema. La poesía no sabe leer el reloj.