#EscritoresCamagüeyanos #EscritoresCubanos
Estoy tan confundido que en el aire empañado veo un esp… que la luz se me rompe en las pupi… cuando los ciegos cantan en el met… Que salgo al cielo tenso de la cal…
No porfíes. No rememores que no se olvida el olvido ni su embriaguez: lo que ha sido, es y será. Sinsabores, dramas discretos y amores
La posición, que es a la vez la tragedia del escritor en Cuba, puede resumirse en muy pocas palabras: el escritor no es un profesional, no tiene una manera de vivir de su trabajo, o com...
El émbolo brillante y engrasado embiste jubiloso la ranura y derrama su blanca quemadura más abrasante cuanto más pausado. Un testigo fugaz y disfrazado
Que se quede el infinito sin estre… que la curva del tiempo se enderec… Y pierda su fulgor, cuando se mece un planeta en su abismo y en las h… del estallido primordial. Aquellas
Flauta. Son. La madrugada se descompone en su prisma de grises donde se abisma el gris de tu voz rajada. Blanco. La línea borrada
Entrando en ti, cabeza con cabeza, pelo con pelo, boca contra boca: el aire que respiras –la fijeza del recuerdo–, respiro y en la poc… luz de la tarde –rayo que no cesa
Que en Cuba hay pintura, que existe lo que tanto se ha temido llamar pintura cubana, y que no queda espacio ya para los intelectuales derrotistas que, de espaldas a los postulados básic...
En el Zoco Chico, plaza de la Medicina de Tánger, Roland Barthes reconoció el «lugar de la escritura». ¿Cuáles son las coordenadas de ese sitio? España, allí, se ve «desde abajo», como ...
El amor es decir: “Ven a mi casa y comparte conmigo la luz y la pal… Disfruta de mi paz, habla tu idiom… que es como el mío cuando tú lo ha… El amor es decir: “Ven a mi mesa
La pared cruje. Grieta en lo blanco. Allá va, desunido, el cuarto. Detrás del tragaluz
Creíamos los escritores que nuestro pueblo era, casi por definición, indiferente a la cultura: ello robusteció las “torres de marfil” y el hermetismo. El Primer Festival del Libro Cuban...
La letra con sangre entra como el amor. Mas no dura en el cuerpo la escritura, ni con esa herida encuentra paz el amante. Se adentra
Corta, Changó con tu espada el alcohol, y haz que ese río crecido, no bien vacío, vuelva a su cauce y, saciada tanta sed, halle morada
Las húmedas terrazas dominaban el templo, la planicie entre dos m… superpuestas, azules, triangulares… Simétricas estatuas deslizaban sus fragmentos de mármol por la ni…