#Chilenos Asesinado
Me entregaron una pala que la ciudara pa’ mí que nunca la abandonara pa’ que la tierra regara. Despacito, despacito.
Quién me iba a decir a mí, cómo me iba a imaginar si yo no tengo un lugar en la tierra. Y mis manos son lo único que tengo
Yo no quiero la Patria dividida ni por siete cuchillos desangrada, quiero la luz de Chile enarbolada sobre la nueva casa construída. Yo no quiero la Patria dividida
Somos cinco mil aquí en esta pequeña parte la ciudad. Somos cinco mil. ¿Cuántos somos en total en las ciudades y en todo el país?
Los estudiantes chilenos y latinoamericanos se tomaron de las manos matatiretirundín. En este hermoso jardín
Con su mejor vestido bien planchad… temblando de ansiedad sus lágrimas… a los lejos gemidos de perros y de… el parque estaba oscuro y la ciuda… Apenas quince años y su vida march…
A ti te llamaría Ana, te llamaría Juana, te llamaría Rosa, te llamaría hermosa
Estaba la beata un día enferma del mar de amor el que tenía la culpa, era el fraile confesor. Chiribiribiribiri,
Cuchillo ‘e palo, platillo y loza. ollita de barro, sí le he comprado a mi cocinera.
Vidala, tengo una pena, te quise con mala suerte. Vidala, así es la vida, como pa’ querer la muerte. Mi sangre hubiera dado
De nuevo quieren manchar mi tierra con sangre obrera los que hablan de libertad y tienen las manos negras. Los que quieren dividir
En el valle de Pocuno donde rebota el viento del mar donde la lluvia cría los musgos vive Angelita Huenumán. Entre el mañío y los hualles
Frágil como un volantín en los techos de Barrancas jugaba el niño Luchín con sus manitos moradas con la pelota de trapo
Dicen que los ricachones, caramba, están muy extrañados. Dicen porque los rotitos, caramba, se han puesto alzaos. Álzame esas paredes,
María, abre la ventana y deja que el sol alumbre por todos los rincones de tu casa. María, mira hacia afuera