Oh hermano, oh hermano. Si tuviera un martillo golpearía en la mañana golpearía en la noche por todo el país

Venían del desierto, de los cerros y del mar, el corazón se desató y largó a caminar. Sabían de la muerte

Paloma quiero contarte que estoy solo, que te quiero. Que la vida se me acaba porque te tengo tan lejos,

Cuchillo ‘e palo, platillo y loza. ollita de barro, sí le he comprado a mi cocinera.

El derecho de vivir poeta Ho Chi Minh, que golpea de Vietnam a toda la humanidad. Ningun cañon borrara

Herminda de la Victoria murió sin haber luchado derecho se fue a la gloria con el pecho atravesado. Las balas de los mandados

Muchacho chileno fulgor de la nueva brigada las calles del pueblo despiertan con tu claridad. Tu brocha es el canto

La vida, niña de los ojos negros la vida, de los ojos colorados la vida, tus mayores son mis suegr… la vida, tus hermanos mis cuñados. Ojos negros y pardos

Igualito que otros tantos de niño aprendí a sudar, no conocí las escuelas ni supe lo que es jugar. Me sacaban de la cama

Fui soldado de Francisco Villa de aquel hombre de fama inmortal que aunque estuvo sentado en la si… no envidiara la presidencial. Ahora vivo allá por la orilla

Dicen que los ricachones, caramba, están muy extrañados. Dicen porque los rotitos, caramba, se han puesto alzaos. Álzame esas paredes,

Con el poncho embravecido y el corazón destrozado galopa nuestro bandido matando gringos malvados. Galopa con poncho rojo

Si yo a Cuba le cantara, le cantara una canción tendría que ser un son, un son revolucionario, pie con pie, mano con mano,

Somos cinco mil aquí en esta pequeña parte la ciudad. Somos cinco mil. ¿Cuántos somos en total en las ciudades y en todo el país?

Estaba la beata un día enferma del mar de amor el que tenía la culpa, era el fraile confesor. Chiribiribiribiri,