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Séptimo día

y bien, ¿qué es de los domingos?
del mar de llanto que se pronuncia bajo el cielo gris
de las mareas de viento que mueven nuestras plantas grisáceas
no hay nada que decir
este plano, de las noches, donde antes de dormir
sabes que había antes de dormir
esta perspectiva, como diríamos
no existe
entonces, el domingo
el plácido domingo que bien podría ser
un paseo alrededor de la playa, de tu mano
con los pies mojados y llenos de arena
el domingo, que bien podría ser
un mar de lágrimas, de canciones descorazonadas
y las noches de domingo, que mal podrían ser
un quiebre, una torcedura, unas cartas desparramadas por el suelo
o como diríamos, un encuentro íntimo y dos gargantas que resienten el júbilo
en esta parte me detengo y tiemblo,
el júbilo,
no habrá nada que decir
Preferido o celebrado por...
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