Mayo /21/2016
#Tanka
Guardó su amor en barco de papel, y se perdió.
En mármol frío reposan estos versos. Dejad que el viento me lo cuente al entrar por la ventana.
¡Brotes de amor! en esa rosa blanca, sobre mi pecho.
Fresca y ligera te refugias del sol y del mal viento. Con tu belleza húmeda, esparces la pureza.
Te fuiste un día, y hoy, logro recordarte ¡al fin!...serena.
¡Qué no te mientan...! ¡Qué no todo son rosas! Tampoco espinas.
Hoy he caminado descalza sobre la hierba húmeda. Lo hice, cerrando los ojos,
¿Noche de estrellas, luciérnagas y luna? ¡Todas me alumbran!
¡Mi padre amado! te recuerdo y te extraño con gran nostalgia. En tu última mirada, no pude estar contigo.
Abro mis ojos, miro el amanecer. Siento el aroma de la mañana y digo: ¡desperté!, soy feliz.
En aquella capilla medieval había un viejo sótano y ella, (una chica joven llena de curiosidad), no dudó en bajar la fría escalera hasta adentrarse en esa estancia lúgubre con olor a si...
Entre las nubes, cabalgo tan veloz, que aplasto al viento.
Entre las ramas, rosas blancas al viento. Luego, ¡el cielo!
Es como lluvia que cayéndonos sobre la piel no moja. Es negra oscuridad rebozante de luz.
Sus risas, llantos y carantoñas son inagotables. La dicha de tenerlas enriquecen mi vida.