Febrero/16/2013
En hoguera de melancolía hundo mis manos, y comienzo un intenso conjuro entre mi alma y yo.
La cigüeña se aferra a su alto nido y mira airosa. Son sus potentes alas amparo de su prole.
Las cuatro décadas de tan hermosa niña, suman otoños.
Siento tu risa como ese eco distante que se aleja en la frialdad de cada invierno. Y tu voz...
Cuando hablamos con el corazón, la voz acaricia el silencio...
Miro al espejo más, no me reconozco y sonreí. No era yo, es una imagen que sólo me contempla.
¡Oh! sol de vida, nutriendo las crisálidas, ¡Hay mariposas!
¿El primer beso? fue el bello despertar de la inocencia .
Ya sin aliento y al final del camino, ¡lluvia de abril!
Cae la gota sin saber su final. Turbio destino.
Soñaba con conocerles les sentía muy hermosos, con anhelo de tenerles entre mis brazos ansiosos. Mi vientre oscuro y silente
Te di la vida y te amo como nadie. Quiero tenerte, saberte cada día, darte siempre mi abrazo.
Se hace tarde, muy tarde... y el viento sacude los laureles. Entre humos y sombras regresa la n… La casa duerme, y yo, desvelada, descanso mi frente en la barandill…
Cae la tarde y me sorprendo contemplando el ocaso del día, cuando una brisa fría y húmeda me estremece.
Habla el silencio; tala mi soledad, y... siento frío!