Por densa selva, vuela sobre su sombra, un colibrí.

¿Qué es ese velo que oculta tantos… ¿Esa prenda llena de misterios que… ¿Es un manto sensual y transparent… formas, colores, rizos, canas, tristezas o alegrías?

Cuando dormimos, vuela nuestra conciencia, si...¡no hay insomnio!

Viejo reloj, que gira sin cesar, evoca al tiempo.

Dime hermana... ¿A dónde has ido? ¿Al cielo, a las nubes, a las estrellas?

¡Qué no te mientan...! ¡Qué no todo son rosas! Tampoco espinas.

Por favor, ven y rompe este silencio que me ensordece.

Mi querida maestra: Eras una y única nuestra, latía en nuestro corazón, la fe de volverte a ver, sin nosotras poder saber,

Hoy he caminado descalza sobre la hierba húmeda. Lo hice, cerrando los ojos,

¿Que es una nube? algo bello y fugaz que se va o muere. ¿Amor de madre? va en una dirección...

Abro mis ojos, miro el amanecer. Siento el aroma de la mañana y digo: ¡desperté!, soy feliz.

En el silencio, mi oído siempre alerta, siente al fin... ¡paz!

El silencio habla y también ensordece cual vulgar ruido. Podemos escucharlo si aprendemos a oír.

Cae la gota sin saber su final. Turbio destino.

Las hojas secas se pierden junto al viento; ¡Adiós otoño! Y pleno de aire gélido llega el cálido invierno.