EDADES
Si, allí, donde fue deseo de niño, fue bendición de bebe.
Cuando el resplandor de este mundo te alumbro haciéndote llorar,
yo aprendí lo que era rezar y dormir sobre aquella nocturna y plena obscuridad.
Cuando aprendiste a hablar y presentaste tu voz a la vida,
yo aprendí a cantar afinando notas tocadas del afán por encontrarte un día.
Cuando tu aprendiste a caminar y resbalar en firmes suelos,
yo aprendía a correr, caer y pararme entre las nubes y su dispersante cielo.
Si, así fue, donde fue aquella adolescencia en hombre, tú fuiste aquella abundancia en niña.
Con sueño en beso de asfixiado príncipe desadormecías,
mientras yo respiraba profundo la espera para desvelar tu noble utopía.
Cuando comenzaste a leer las voces plasmadas en papel,
yo escribía la descrita imagen de tu cara expresando palabras en mi piel .
¡Oh! mi amada Andrea,
con clara piel, fina nariz, labios de sed y ojos de mi fe;
fue un orgullo ser a tu lado, en fulgor, en delicadeza, en anhelo y esperanza.
Si, así ahora, yo como el amante hombre y tú la amada mujer.
Ahora lo vez, no hay edad que distancie cuando aprendí de ti aguardando tu ser,
pues cuando tú te sentaste aun lado de mi sensación
comprendí como se siente ser tocado por el puro y verdadero amor.
(2013)
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