días atrás
como siempre vagando
buscando el rojo perfecto
delirando en tiras mal hechas
lo que quieras, como quieras
sin campanas que nos esperen
tanto silencio hay en mi merienda
que es imposible de contar
los goteos de mi tiempo
ya no busco mi rostro
porque lo recuerdo pintorescamente
ver el cielo y respirar el mismo aire
cae la tarde, la oscuridad mata mi aliento
risas con vino y deseos rebuscados
que esperan en la deriva