Ana Ibáñez

El forzoso templar

1
mentira sostenida
se escabulle, aunque sea invisible
este tiempo
este clima
hacen que las abejas
de la cabeza se aturdan
entumecimiento, desilusión
2
apaga el fogón
olvida la estación
la primavera efímera
mis ojos arden dentro de la niebla
caigo en mis rodillas
espero, en mis huellas
me mantengo en puntillas
hasta donde llegue esta marea
incierta
desolada
pero vasta para mi gusto
3
rima con el mes, los colores
y esta brisa agridulce
con la amnesia consciente
donde caí
mi deseo difuso pero subliminal
está ahí
quemándose y haciéndose cenizas
la vida acarrea todo deprisa
me olvido de todo más aún así
recuerdo el tiempo de ti
4
mi ira no apacigua a la nada
el vacío visceral es inevitable
y no incito al rechazo total
es sólo el rompecabezas de cada ser
inevitable e incandescente
me provoca algo incierto
con mi constancia de curiosidad
y si, se es ajeno, no me daría la buena cara
la cuestión profunda del ayer y ahora
donde alguien debe de encontrar
que se intenta, se es extranjero
hasta de las mismas propias emociones
el cuerpo y la mente de alguien más
que estuvo aquí, yo ahora desaparezco
nunca estuve ahí, sólo de vigilante
5
se convierte en una premonición
y se opone a la realidad
el rumiamiento del eco
con pensamientos repetidos
crea el escenario de lo ilusorio
la enfermedad que te posee
te hace consciente del dolor
con el otro lado de la moneda
con el falso equilibrio
solloza, con la resiliencia en mis manos
otro atardecer para recordar

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