Ana Ibáñez

Descanso

termina aquí y ahora
y empieza de nuevo
con diferente sabor y aroma
en mi espejo todo se aclara
rima con fluidez y se refleja
en el distanciamiento de mi corazón
 
manos frías que sostienen de nuevo
sale a la luz, otro amanecer
los días pasan y la ropa sigue igual
la longevidad avanza
los veranos reminiscentes
quedarán en la sombra de memorias
que queman y se esconden de mí
 
un cambio, un patrón
el peso de mi ser, de mis pensamientos
que lidian con las obsesiones pasadas
incluso ajenas
 
pero el deseo de ser
nos orilla a ser catatónicos
es demasiado y tan fácil de solucionar
que perdí algo muy valioso en el camino
 
y aunque en su búsqueda
me pierdo entre rincones de la soledad
y de mis miedos descuidados
es tan insuficiente, superfluo
que me atrapa, y ya es costumbre
con una capa por debajo de frustración
 
es una verdad universal
algo diminuto y a la vez fundamental

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