Ana Ibáñez

Reflejos

El día me tiene a mí
Consciente y despreocupada soy
Maldigo el segundo en el que la manía despierta
Siento mucho por desear, sentir
La inmovilidad por detrás de mi sombra
Me acosa y agobia
Soy testigo del mundo que hay afuera
 
Un contacto, una mirada
Son bastos para saciarme
Mas en el vacío desierto estoy
Los espejismos de ideas, inventos
Que sirven de consuelo
Oh libertad bella, Oh magnífica añoranza
Me siembran en un crucifico de sudor frío

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