los pendientes infinitos el anhelo incompleto suspendido en el aire y la punzada aguda de saber para siempre
Quiero beber del licor febril de tu ser Quiero devorar el manjar prohibido
Hay algo ahí En la esquina de tu mirada En esa media sonrisa Que no se termina de formar En la frase no tan casual
Me muero de las ansias reprimidas y de las palabras censuradas
Otra despedida Esta, un poco más tierna Aunque no recuerdo tanto la anteri… Otra partida tuya Esperada e inevitable
Duele tu ausencia, Mi soledad escondida En el deseo de tu piel Duele saberte lejos, Entre otros brazos,
Te veré partir Sin verte llegar Te veré partir Con el futuro sonriendo Y yo acá, quedándome
Noche de sábado Bullicios afuera Una música lejana que suena y suena y no para
Lo puedo tocar al cuerpo diáfano de las horas irrecuperables y de los momentos por siempre en el ayer encallados
qué incómodo el sonido perpetuo de los grillos lamentándose en la noche eterna y calurosa de un diciembre cualquiera
Pica, duele, arde Esta ansia inconclusa El párrafo sin punto final Que muere en mitad de la frase El cuento sin desenlace.
En este mundo inerte Gris y mundano El mero recuerdo de tu tacto Me envía una tierra de etérea dich… En este mundo injusto
Te pienso Estás alejado Absorto en otras personas en otros mundos
Quiero embriagarme con el sabor áspero de tus besos impacientes que hoy no son más que una foto en sepia
Vos y yo somos cómplices De una noche impronunciable Casi inexistente Como un sueño difuso Que mágicamente compartimos