Ya no soy Estoy despojada Como los árboles De sus ramas Después del vendaval
Duele tu ausencia, Mi soledad escondida En el deseo de tu piel Duele saberte lejos, Entre otros brazos,
qué incómodo el sonido perpetuo de los grillos lamentándose en la noche eterna y calurosa de un diciembre cualquiera
Me guardo La rabia contenida del deseo Un beso tuyo atragantado Los gemidos que no fueron nunca Me guardo
Un paso más y el abismo Una caída eterna al despertar de mis sentidos
En este mundo inerte Gris y mundano El mero recuerdo de tu tacto Me envía una tierra de etérea dich… En este mundo injusto
Oscuridad Luces en una terraza Suspendida en el aire La brisa de un verano Moribundo
Y yo aquí, así, un suspiro Un anhelo y la espera Y las ganas de que pienses En mí como yo en ti Y tú allá, así, quién
Es acaso posible Convivir con este impulso reprimid… Con estas ganas apagadas a la fuerza Se puede acaso dejar de desear
no es soledad no es tristeza ni amargura es el vacío de una ausencia
Te veré partir Sin verte llegar Te veré partir Con el futuro sonriendo Y yo acá, quedándome
Asfixio el grito contenido de mi alma Camuflo La desazón profunda de mis entraña… Soy un disfraz
Lo puedo tocar al cuerpo diáfano de las horas irrecuperables y de los momentos por siempre en el ayer encallados
Hay algo ahí En la esquina de tu mirada En esa media sonrisa Que no se termina de formar En la frase no tan casual
te veo tu aire solemne tus ojos fijos en otro mundo en el tuyo