Llamame Ya no me importa ser esa ilusa que se sienta a esperarte
Oscuridad Luces en una terraza Suspendida en el aire La brisa de un verano Moribundo
Pica, duele, arde Esta ansia inconclusa El párrafo sin punto final Que muere en mitad de la frase El cuento sin desenlace.
Te pienso Estás alejado Absorto en otras personas en otros mundos
Me desbordo Soy una copa De vino rebalsada De vino rojo y espeso Me desbordo
Noche de sábado Bullicios afuera Una música lejana que suena y suena y no para
Hay algo ahí En la esquina de tu mirada En esa media sonrisa Que no se termina de formar En la frase no tan casual
poemas muertos palabras perdidas en mis noches en vela versos que pasean en la calesita eterna
¿En qué me has convertido? Me has despojado violentamente de todo vestigio de razón ¿En qué me has convertido?
Otra despedida Esta, un poco más tierna Aunque no recuerdo tanto la anteri… Otra partida tuya Esperada e inevitable
Quiero embriagarme con el sabor áspero de tus besos impacientes que hoy no son más que una foto en sepia
no es soledad no es tristeza ni amargura es el vacío de una ausencia
“La ciudad donde nací la dejé hace mucho tiempo” Escucho que dice una canción Los acordes llegan Desde una esquina del cuarto
Me pregunto Si en algún mundo alterno El espacio y el tiempo Fueron benignos Si sentí tus labios
Ya no más Ya no juegan al fútbol los niños en la calle Curiales Las risas se ahogan en el vértice del tiempo