Noche de sábado Bullicios afuera Una música lejana que suena y suena y no para
Me desbordo Soy una copa De vino rebalsada De vino rojo y espeso Me desbordo
Me guardo La rabia contenida del deseo Un beso tuyo atragantado Los gemidos que no fueron nunca Me guardo
Quiero beber del licor febril de tu ser Quiero devorar el manjar prohibido
Te veré partir Sin verte llegar Te veré partir Con el futuro sonriendo Y yo acá, quedándome
Hay algo ahí En la esquina de tu mirada En esa media sonrisa Que no se termina de formar En la frase no tan casual
Lluvia, autos, ruido Ómnibus que van y vienen Jueves en Montevideo Café, música, suspiros Las horas pasan
Lo puedo tocar al cuerpo diáfano de las horas irrecuperables y de los momentos por siempre en el ayer encallados
El cielo, las estrellas Las cenizas que todo lo cubren Cubren la noche, El suelo, el mar, Cubren mi alma
no es soledad no es tristeza ni amargura es el vacío de una ausencia
te veo tu aire solemne tus ojos fijos en otro mundo en el tuyo
Asfixio el grito contenido de mi alma Camuflo La desazón profunda de mis entraña… Soy un disfraz
poemas muertos palabras perdidas en mis noches en vela versos que pasean en la calesita eterna
Ya no soy Estoy despojada Como los árboles De sus ramas Después del vendaval
Tengo puesto ese vestido El de esa noche Inefable de verano Tengo puesto ese vestido Te acordás