No hay derecho
Por Andrés Mazzitelli
No quiero septiembre
No quiero los colores que empiezan
A pintar todas las cosas
No quiero el sol
Ni el pronóstico del Servicio Meteorológico:
“Despejado, viento en calma, 20 grados”
No quiero a los floristas deliveryando flores
Ni a los reposteros deliveryando postres y masas y tortas
Ni parques, ni paseos,
Ni adolescentes besándose torpemente
Por primera vez bajo un gigantesco sauce
No quiero que sigan corriendo mansos los arroyos
Mientras las parejas hacen el amor a su vera
Sobre manteles a cuadritos rojo y blanco
No quiero las románticas bicicletas para dos
Ni las brisas en los rostros sonrientes
Ni las bebidas burbujeantes
Ni las ruedas de guitarra y canciones
“Una que sepamos todos
A ver esas palmas
Hubo un tiempo que fui mozo...”
No quiero el cielo insultándome con su azul infinito
Ni el mar riéndose de mí
convertido en un espejo verde casi sin olas
No quiero las risas de los niños de picnic
Ni los ancianos entibiándose en los bancos
No quiero quedarme esta tarde
A merced de la radio
Y su monstruosa música
Que no hace más que hablarme de ti
Y de todas las estupideces que sale a hacer la gente
A tontas y a locas
Solo porque hoy es, será posible?, 21
Quiero que el invierno continúe
Que las noches sean bien largas
Que no exista más que el trabajo y la TV zombi
Que el viernes se devore al sábado
Que el lunes asesine al domingo
Que el frío nos encadene a las frazadas
A los hogares, a los tenues calefactores
Quiero que la lluvia diluya
Las erecciones de todos los amantes
Que el frío congele el aliento de todos los besos
Que no queden ganas de recordar el amor,
El calor, el sueño dorado, la caricia, la dulce mirada,
El aroma de las pieles trémulas.
Quiero que esta primavera se detenga,
Se acobarde, capitule, se rinda, plante bandera y se entregue
Sin brillar de colores
Sin derramarse de sabores
Porque, sabes?
Esta primavera
Irrumpiendo así la oscuridad de mi cuarto,
Atropellándome y haciéndome pedazos
Con apenas su tenue melodía,
La primavera,
Esta primavera,
Una sola primavera
Y sin vos,
No hay derecho!
