El viaje no es una distancia por r… es una distancia ya recorrida desd… misma blancura del papel, del prim… tomamos, idilio de náufrago cuando… de volver a rayar la remesa de hur…
Con la mirada fija, con la noche y llamas, hazme una... llamada traidora, sinvergüenza, de profund… en peñascos que obstaculizan medio… en esta Vía Láctea que a raudales
Es una sensación extraña, un temor diurno a la quietud de la calma, a los ruidos ordinarios, los perros que ladran,
Mis ciudades vinculantes son San Sebastián y Zaragoza. La vinculación no expresa necesaria amabilidad. Ya me encuentro mayor para esto. Son sodomíticas y no cesan de romper mi desgracia...
Como nos engañan los conceptos, tienes que ser así, asá, para ser normal, pues yo me rebelo, yo no quiero ser normal, ¿enfermo?, cuantas veces lo he repetido, no lo sé, niño ¿otra vez? ...
Salgo un poco por las mañanas a se… y junto al estanque donde las rana… pienso acerca de lo que he vivido… por vivir. Pero no comprendo que e… que es lo que pudiese ser, y no lo…
Puede que en un momento dado te termines acabando, el oficinist… regresa a casa cansado de mutilar… el cuello de la camisa desabrochad… y la corbata, hoy, hoy se le olvid…
Dentro de mí no hay vida Dentro de mí se retuerce la muerte Una muerte que no es mía Que es de ellos Que viven muertos fuera de mí muer…
Un portazo económico, cierra muchas voces, en un escenario previo, abierto al no dinero. Y a menudo nos cuentas tus motivos y te ensalzas, pero aún no te he o…
Pasaron, pasaron años, y muchas poesías y novelas. Y yo sigo aquí como al principio. Tal que el mundo no hubiese recibido una sola de mis palabras, de mis frases, de mis ideas. O pueda ...
Una idea, un pensamiento de llegar a una cultura de entendimiento, se aísla ahí, en el sueño de nadie, en el vulgo de estos nuestros días o tiempos, donde el vigor de la palabra y el so...
Todo lo puede el cauce de un mar que envuelve las olas, i… sueños de magia, de reyes oriental… Palacios de hielo, o de cristal, d… no me acerco, esculpidos en las ro…
Johnny Thunders se cayó del caballo, recuerda muy bien los nombres y la primera herida fue mortal. Ahora,
Me quedé dormido, junto a un cipré… sobre la fresca hierba del cemente… velaba Febe, desde su ancho imperi… mi sueño errante, mi dormir cortés… Y los muertos me hablaron, a travé…
Ese león enjaulado, no furioso que dormita. Esas fauces desgastadas de rugir en otra selva. El, que fue, cuando no era selva,