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Rincón

Con manos extranjeras
recojo en tierras lueñes mi usado corazón.
Un rotoso muñeco es el ayer.
Y están los viejos días colgando de mi voz.
 
Lenta loma flamante de gramillas
y amansada de soles y venteos.
La primeriza luz se estrena en ella,
juega como una infancia por los cercos.
 
Yo la supe sabrosa de imprevistos,
y anduve el recoleto caserío.
Le fui legando meses a los muros
y herbazales. La dicha fue conmigo.
 
Rincón cuyo silencio tutela los destinos.
Las casonas durmientes rezan humo cansado.
Parroquiales relojes suman noche,
y un grillito desvela todo el campo...
 
Están sus viejos días pendientes de mi voz.
Las horas me circulan como pulsada sangre.
Buscaré su ternura
para escuchar este secreto oleaje.
 
Ya no busco senderos, los aguardo.
Volverá mi abandono a su cariño,
y asomado a sus tardes lograré mi aventura.
Quedar es la riqueza de ganar un camino.
 
_______

(1926)

#EscritoresArgentinos Tierra De amanecida

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