Poesía Japonesa
En aquel campo miro la margarita de blancos pétalos. Flores de primavera adivinas de amores.
La oscura noche hace que ulule el búho. ¡Que otoño cálido! En la maleza se esconde el zorro rojo.
He cometido tantos errores me he equivocado tanto he pagado deudas que no son mías he sentido la sangre correr hundid… Sexo nocturno
Quisiera decirte lo que siento tu recuerdo no se va esta noche tus besos en mí tus caricias a fuego lento. No puedo arrancarte de mi
Café tan negro como los ojos de él. ¿Por qué te fuiste? Quizás te vuelva a ver y oiga tu voz.
Entre las sábanas ese negro silencio del desamor. Pequeñas perlas, de agua en esas pestañas,
Desde ese banco contempló las sakuras, su amor se fue. Bajo las rosas la brisa da en mi tez.
Parecen tus pechos la risa de una estrella que se desmoronó en miles de fragmentos blancos, redondos y delicados.
Hace días que no abrazo las palabras, días que las letras están encerradas en mí maltrecha existencia.
Solitario árbol bajo las grandes nubes. Madura el trigo. Mujer pasea entre los tulipanes.
Sobre el fondo de mi mente Dios me dibuja un camino por donde el miedo, la ansiedad se van yendo, ya no te temo y me voy sin ti.
Bella pagoda ramas llenas de flores Japón hermoso. Bosque de ramas en estanque de nieve
No, no te dejaré aunque tiemble de miedo. Sé que siempre te querré, aunque la agonía me
Y la luna me susurró melodías de amor al oído. Sentí la esperanza nacer en lo sueños de esa noche.
Te he extrañado en este gran silencio, entre tu y yo. Suena aquella canción, no hablamos nada,