Loading...

La voz penitencial

Cuando en el río helado del espejo
vierto la soledad de mi figura,
miro cómo afanosa mi criatura
se quiere desprender del hombre viejo.
 
Es la batalla en que sin miedo dejo,
estremecido por la quemadura,
mi piel, la ensombrecida vestidura,
de la serpiente antigua que reflejo.
 
Pero es esta imagen la que historio
ni un ajeno temblor de luz ganada,
sino la brasa de mi purgatorio.
 
Y si miro mi angustia desdoblada,
mi alma es indivisible territorio:
la plaza fuerte por mi Dios sitiada.
Liked or faved by...
Other works by Emilio Ballagas...



Top