Me volví a los bosques del Norte A aullar a la pálida luna, A cazar solo, lo necesario, A limpiar el alma de escombros. Atrás dejé a Tormenta

Trajes de Armani, Gafas de Gucci, IPad, Rolex, Señuelos, señales De una mejor vida.

Mi primavera, Mi flor brotada De un árbol caído, Mi dulce despertar A la fértil poesía.

A veces me pregunto de qué lugar soy, hasta que una voz volátil me susurra una respuesta: "Eres de la tierra que pisas,

Oh, mi dulce bebé robado, Te he buscado toda mi vida Como una perra que rastrea Una lagrima bajo el diluvio, Sin más cuenco que las manos.

El tiempo vuela Y sobre él he cabalgado Como una quinta plaga. No he obviado pecado En las siete Capitales,

Ríos de sangre anegan la plaza de La Puerta de la Paz Celestial… Aquí paz, y después gloria para la crema y nata del pueblo. Gritos de libertad y dolor,

¿Por qué habría de elegir Entre la noche y el día? Si por la mañana hay Racimos de sonrisas Y besos de rocío,

Todo lo que quiero Es escribir versos sobre tu piel, hacerte un besamanos, Desnudarte de un traje de besos a medida,

Ya no quedaba ni el eco del eco del eco de la última palabra

Me encantan Las niñas que se ríen Las mujeres que se ríen Las abuelas que se ríen. Ellos también.

Somos los fracasados, los que perdieron el trabajo, el hogar, el amor por la ventana y el tren de la vida.

¿Por qué estás triste, Blue girl? ¿Qué puede oprimir tanta sutil belleza? ¿Qué secretos esconden

¿Qué es un poema sino un ¡Mira!? O no mires, pero piensa. O no pienses,

_ Bailas sobre ti, Giras y giras En el centro del espacio