Canción para acompañar: Moby & The Void Pacific Choir, A Simple Love.
El amor nunca tiene razones. Y la falta de amor tampoco. Todo son milagros.
Eugene O'Neill
#Pop_emas #shenibasel
A ningún niño del mundo Le gusta que le peinen. Es así, comprobadlo. Que le roben su identidad, Su aspecto desaliñado,
Todo lo que quiero Es escribir versos sobre tu piel, hacerte un besamanos, Desnudarte de un traje de besos a medida,
Ya no quedaba ni el eco del eco del eco de la última palabra
El ciclo de la vida sigue Gracias y a pesar de mí. Hartigan, me parece justo: “El viejo muere, la chica vive”. Mi sangre corre por tus venas
Fui hecha de amor y besos MI piel es de vuestra sal, Mis dedos son diez bocados En ambos lados del cuello. Fui hecha de amor y respeto,
Qué bonito es vivir en Fantasía. Salvo que te lo creas. Yo lo hice. Me levanté del suelo un palmo Creyendo que levitaba,
Son tus ojos radiantes estrellas, y como lunas de nácar son tus dientes –menos uno–. Cada vez que sonríes nace una civilización alienígena.
Vigilia, no huyas de mí. Quiero amar sin conocer, Un amor de estío en enero, el sueño de una fría y eterna noche de verano,
Cuando dormías, sin saberlo, con tu peor enemigo, a quien entregaste tu alma, el tiempo, tu energía, tus sueños. Cuando cuidabas a sus hijos
Por más que el cuerpo No aguante, Por más que duelan El alma, y los golpes, Por más palos
Me encantan Las niñas que se ríen Las mujeres que se ríen Las abuelas que se ríen. Ellos también.
Vosotros que os mantenéis ante la poesía como os situais ante la desgracia, tras un cristal,
Tengo el corazón de mil años, De piedra, desvencijado, Erosionado por la arena, En ruinas por el uso, malogrado. Los mil inviernos en el alma,
Oh, mi dulce bebé robado, Te he buscado toda mi vida Como una perra que rastrea Una lagrima bajo el diluvio, Sin más cuenco que las manos.
Nos follábamos con la mirada, buscando algún camino en dirección contraria por la Vía Láctea, como dos autoestopistas