Canción para acompañar: Jorge Drexler, Guitarra y vos.
Incluso del apego al nirvana hay que liberarse.
Buda
Viejo amargo y desahuciado, ¿Qué mal hiciste a tu hija, Que en mis carnes se ha vengado? Anciana señora que rehuiste Las batallas de tu ahijado,
Nos amamos en otro mundo, En el que no hay dolor, Ni hambre, ni problemas, No existe el pasado No hay traumas, ni miedo.
¿Qué es un poema sino un ¡Mira!? O no mires, pero piensa. O no pienses,
Ríos de sangre anegan la plaza de La Puerta de la Paz Celestial… Aquí paz, y después gloria para la crema y nata del pueblo. Gritos de libertad y dolor,
Cuando dormías, sin saberlo, con tu peor enemigo, a quien entregaste tu alma, el tiempo, tu energía, tus sueños. Cuando cuidabas a sus hijos
Vamos con la vida rota, tras una máscara que oculta los golpes del ring. Alguien lo hizo,
El ciclo de la vida sigue Gracias y a pesar de mí. Hartigan, me parece justo: “El viejo muere, la chica vive”. Mi sangre corre por tus venas
Negación, Dueña del Olvido, señora de otro mundo plagado de fantasmas e insignificantes insectos.
¿Vamos a vivir siempre en penumbra, o abriremos las ventanas para que los rayos de sol bañen nuestra amada flor?
Nos follábamos con la mirada, buscando algún camino en dirección contraria por la Vía Láctea, como dos autoestopistas
La verdad, cruda, Sin colorantes Ni conservantes, Sin aditivos, Sin cocinar
Creo en el Cosmos todopoderoso, En la unión de contrarios Mediante la síntesis. Creo que la religión, la magia y El materialismo son interpretacion…
Vigilia, no huyas de mí. Quiero amar sin conocer, Un amor de estío en enero, el sueño de una fría y eterna noche de verano,
Qué bonito es vivir en Fantasía. Salvo que te lo creas. Yo lo hice. Me levanté del suelo un palmo Creyendo que levitaba,
Ya llegan... Con sus cantos de sirenas, El sable de ruido marchito, Sus marchas militares, Con el odio y el veneno