Retención del remordimiento
Parte de la obra "MAOA-L, Poesía de los desafines de un corazón criminal"
Ya no se crean más poetas, ni letras, letreros o cometas,
ni se plantan sentimientos, pretensiones ni malas costumbres,
son miedos, con ellos, ambigüedades de antigüedades, ellas,
pliegos encima, atrás, antólogos que enciman en hombres
reproches de sinfónicas, tartamudeas y tiemblas, nada se contempla
tan suave, atroz, repentino, el destino se vuelve, nos mira, no camino,
porque ya no hay puntas, aristas, ni formas que te expliquen,
ni llanto, ni asa, ni tanto. El nombre es tu nombre, siempre
canto, rose del viento con tu barco. Tanto, miento y te palpo,
rompo y reparo, porque ya no hay luz, tú, ni yo, los dos,
ni salto, ni alto, con o sin, cabellos rizados, me harto,
como bostezos, resalto; grito y te amo, te pierdo en el espacio,
pero despacio, desprecio; está hecho y tanteo el siguiente balanceo,
cabeceo, río y lloro, muerdo y beso, agarro y aprieto, me muero,
¿te tengo?, me tienes en tu arco, bailo sobre andenes del rechazo,
disparo, pero paro, amparo, ley de instrucción para encender el faro,
lees tus pies, amarras mis labios, porque no hay enanos, gigantes o
cuentos de niñatos, al menos, más vale ser un precavido ido, temido tímido,
respetado de sólo un lado, porque ya no está el otro, cerca de tu hombro,
otro, sonríe y miré y cuando al fin llegué, sin creer, tomé el revés,
no lo niego, me desvié, pero ya no existía, ni siquiera lo pensé,
sonrisa y los dientes mostré, porque sonrisas al menos sí quedaban,
nadaban, trotar y caminaban, pero todo a paso lento, acababa, ¿te atreves?
todo queda de pies, se confunde atrás y delante, también, tan bien
(mal, quizá regular) y sarcástico revuelvo las ideas y mis conceptos,
alumbro el oscuro secreto, te tiento, caliento, vulgar elegante sin modales,
escupe en el traste, encontraste la virtud divina de cortarte,
amarte jamás fue tan ridículo, vil, banal ni, como sastre,
medirte para hablar de lo importante, imponente montante, caballero,
lloro y haces pucheros, quebradizos gemidos, fanfarronearas,
bailarines sin reflejos, tus ojos con azul cielo, pide justicia y lo quiebro,
todo porque ya no hay más letras, ¡estúpida! (espero entiendas),
que atiendas lo vacío, quemes lo retórico y subjetivo adjetivo, ¡Clic!,
tu cara postrada sobre la puerta de la entrada, asustada,
y todo porque ya no queda nada, señorita amada.
Piaciuto o affrontato da...
